Préstamos personales: ¿cuándo sí y cuándo no usarlos?
Los préstamos personales son otra herramienta que debes conocer y aprender a manejar, pues al igual que las tarjetas de crédito, si los utilizas de manera inadecuada, pueden ser el origen de costosas deudas.
¿Qué son los préstamos personales?
Los préstamos personales son una alternativa de financiamiento mediante la cual una institución te presta cierta cantidad de dinero para que lo destines en lo que creas conveniente.
Un punto importante a destacar es que, a diferencia de las tarjetas de crédito, los préstamos personales sí fueron creados originalmente como un medio de financiamiento, de ahí que, generalmente, ofrezcan tasas de interés más bajas que los plásticos.
Las principales características de los préstamos personales son las siguientes:
Aunque depende de la institución, suelen ser una opción de financiamiento casi inmediata, es decir, el acceso a los recursos es relativamente ágil.
No son respaldados por una garantía como un bien o activo, como los créditos hipotecarios y automotrices.
Su aprobación suele estar sujeta al perfil crediticio de la persona, es decir, a su score e historial crediticio, así como su nivel de endeudamiento.
Suelen cobrar tasas más altas que los créditos automotrices e hipotecarios porque, al no contar con garantía alguna, representan un mayor riesgo para el prestamista.
Pueden utilizarse para cualquier propósito (lícito), como por ejemplo para pagar una remodelación del hogar o pagar deudas.
Préstamos en línea: tipos y características
Existe una amplia gama de préstamos personales; sin embargo, cuando hablamos de préstamos personales en línea, podemos clasificarlos en tres grandes grupos:
Tipo de préstamo
Características
Préstamos exprés o urgentes
- Dinero en minutos o en pocas horas.
- Montos pequeños, generalmente de no más de $5,000.
- Plazos cortos para pagar.
- Tasas elevadas versus otro tipo de préstamos.
Préstamos sin buró
- Acceso a recursos sin historial o incluso con mal historial.
- Montos pequeños, generalmente de no más de $5,000.
- Tasas elevadas versus otro tipo de préstamos.
- Ideales para personas con poco acceso al crédito.
Préstamos entre personas (p2p lending)
- Montos más elevados, pueden ser hasta por $375,000.
- Plazos más grandes, generalmente hasta 36 meses.
- Tasas más bajas que las de los bancos y las de los préstamos urgentes y sin buró.
- Ideales para personas con buen score e historial crediticio.
¿Cuándo sí usarlos?
En términos generales, conseguir un préstamo personal puede ser una buena idea cuando:
Es estrictamente necesario. Si lo piensas obtener para adquirir algo que no es urgente o indispensable, no deberías solicitarlo. Un préstamo personal debe contratarse exclusivamente para algo que sea rigurosamente necesario.
No asfixia tu liquidez. Toma en cuenta que el total de tus deudas al mes no debe representar más del 30 por ciento de tus ingresos. Si el pago mensual del préstamo (sumando tus otras deudas) no rompe esta regla, puede ser una buena opción.
Te ofrecen una tasa razonable. ¿Y cuál es una tasa razonable? Eso dependerá principalmente de tres factores: tu score, historial y capacidad de pago. Si tienes una excelente nota en todo, una tasa razonable oscilaría entre 17 y 20 por ciento anual.
No te penalizan. Un buen préstamo personal debe ofrecerte la posibilidad de adelantar pagos o de incluso liquidarlo antes de que concluya el plazo sin que te cobren ningún tipo de castigo o penalización.
¿Cuándo no usarlos?
Por otro lado, solicitar un préstamo personal puede ser una mala idea cuando:
Te piden dinero por adelantado. No caigas, si en algún momento del trámite te piden anticipos o dinero por adelantado, que no te quepa la menor duda de que estás frente a una empresa o particular que te quiere estafar.
Es para algo que no necesitas o por lo que puedes ahorrar. De nuevo, si no es estrictamente necesario, no lo solicites. De igual manera, si lo quieres para algo que sí puedes conseguir ahorrando en un plazo razonable, no lo solicites.
Equivale a tres meses tus ingresos. Aunque no es una regla infalible, si el monto que piensas adquirir equivale a tres meses o más de tus ingresos mensuales, debes evaluarlo con más cuidado, ya que podrías tener problemas para pagarlo.
Te ofrecen una tasa poco razonable. Si tienes un excelente perfil crediticio, evita préstamos personales por los que te ofrezcan tasas similares o más altas que las que cobran las tarjetas de crédito, créenos que existen mejores opciones.
Test: ¿lo pido o no lo pido?
¿Quieres saber si es buena o mala idea pedir un préstamo? Responde el siguiente test para que te des una idea:
1. ¿Es estrictamente necesario que lo consigas?
a) Sí.
b) No.
c) No estoy seguro.
2. ¿Tienes ingresos suficientes para pagarlo sin descuidar tus gastos mensuales?
a) Sí.
b) No.
c) No sé.
3. ¿Ya comparaste al menos un par de opciones?
a) Sí.
b) No.
c) No creo que sea necesario.
4. ¿Sabes cómo estás en Buró de Crédito?
a) Sí.
b) Tengo una idea.
c) No.
5. ¿El monto total de tus deudas actuales equivale a más del 30 por ciento de tus ingresos mensuales?
a) No.
b) Sí.
c) No sé.
Resultados: si la mayoría de tus respuestas fueron “a”, tal vez sí estás listo para buscar un préstamo. Por el contrario, si la mayoría de tus respuestas oscilaron entre “b” y “c”, es probable que debas reconsiderarlo. No pierdas de vista que este es un test meramente informativo y que debes hacer un análisis más profundo sobre tu situación financiera para poder determinar si te conviene o no pedir un préstamo en este momento.